Halloween y Día de Muertos: Explorando las Tradiciones
Halloween y Día de Muertos: Tradición y sabor
Cuando el aire se llena de hojas otoñales y se respira el aroma a calabaza y anís, sabemos que dos de las festividades más coloridas y significativas están a punto de llegar: Halloween y Día de Muertos. Aunque ambas celebraciones se realizan en torno a la temática de la muerte, una que asusta y otra que evoca los recuerdos de nuestros seres queridos, son fechas cuyos orígenes, significados y manifestaciones culinarias son distintos y a la vez, fascinantes
Halloween, de origen escocés “all hallows eve” que se traduce como “Víspera de todos los muertos”, tiene sus raíces en la antigua tradición celta del Samhain, es una festividad que marca el final de la cosecha y el inicio del invierno, un momento en que se creía que el velo entre el mundo de los vivos y los muertos se adelgazaba. Los Celtas usaban disfraces y encendían hogueras para ahuyentar a los espíritus malignos, también dejaban comida afuera de las casas para apaciguar a los espíritus errantes y alejar el mal
Los celtas creían que las almas de los muertos podían vengarse si no se les ofrecía lo que pedían. Con el tiempo, esta celebración se fusionó con influencias cristianas y se transformó en la noche de brujas que conocemos hoy, llena de disfraces, trucos y golosinas.
Y el día de muertos...
Es una expresión cultural rica y vibrante con raíces prehispánicas. En la cultura mexicana, con origen en la mitología mexica y nahua, el Mictlán es la creencia del lugar del eterno reposo de los muertos. Este mítico lugar se divide en 3 espacios o cielos según la manera de morir y para que las almas pudieran comenzar su trayecto, los vivos hacían un ritual para acompañarlos. Después de ser anunciada la muerte de una persona, se amortajaba el cuerpo del difunto junto con sus objetos personales (los preferidos) y alrededor se colocaban algunos platillos, estos últimos con la finalidad de que el alma del difunto tuviera un alimento de su gusto durante su trayecto, pues creían que el llegar al último nivel del Mictlán les tomaba alrededor de 4 años.
Pasados 5 días, enterraban el cuerpo del difunto o lo cremaban, y a partir de ese instante el alma de la persona iniciaba su trayecto. Y así, cada año acudían al lugar donde el difunto había sido enterrado y hacían ceremonias.
¿Qué hay de los postres de Halloween y Día de Muertos?...
Cada festividad tiene sus propios sabores característicos que deleitan el paladar y encantan los sentidos. Halloween se destaca por sus dulces temáticos como galletas en forma de fantasmas, calabazas talladas rellenas de golosinas, las manzanas caramelizadas, etc. La calabaza, el elemento simbólico de Halloween, se transforma en pasteles, tartas y bebidas que celebran la cosecha de otoño y básicamente en cualquier postre/receta
En contraste, el Día de Muertos nos regala el pan de muerto, una delicia esponjosa con un aroma único y exclusivo de estas fechas adornada con figuras que simbolizan los huesos de los difuntos, las icónicas calaveritas de azúcar que en el altar de muertos simbolizan la muerte, el destino común de todos, y la memoria de los seres queridos que han fallecido.
Con mucha creatividad y respeto por las tradiciones de Halloween y Día de Muertos, siempre se puede jugar con las recetas, los sabores y formas, creando desde cupcakes de calabaza, pasteles con diseño de pan de muerto. Es una época para experimentar con diversos ingredientes y lo más rico de ambas tradiciones, siempre manteniendo el respeto por las raíces y el significado de cada celebración.
Así que, ya sea que estés preparando un festín para una noche de brujas o preparando un altar de muertos, recuerda que más allá de las diferencias, ambas tradiciones nos invitan a reunirnos, recordar y celebrar la vida y la muerte con alegría y sabor.
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